Cómo meditar desde cero correctamente en 7 pasos

Cómo meditar desde cero correctamente en 7 pasos

Cada vez hay más gente interesada en conocer cómo meditar adecuadamente y por qué deberían hacerlo. Antes de abordar el tema, hay algunos puntos que debes considerar.

 Si eres un principiante y estás buscando cómo aprender a meditar paso a paso, necesitas prepararte en mente y cuerpo:

Preparación para antes de la meditación

Usa ropa limpia y cómoda

Es muy relevante que te cambies de ropa limpia y muy cómoda, de preferencia de color blanco. Quítate todo lo que te pueda estorbar como relojes o pulseras. Quítate los zapatos, puedes dejarte los calcetines, aunque te recomiendo que te mantengas descalzo.

Para meditar necesitas ropa holgada, pues esta actividad es un ejercicio en el que debes evitar que las sensaciones de incomodidad te distraigan.

Considera que meditar es un tiempo que te obsequias para estar bien y que también se trata de un ejercicio.

En algunos casos los grandes maestros de la humanidad procuraban meditar después de hacer ejercicios como yoga, ya que estos ayudan a destensar los músculos y evitar distracciones provenientes del cuerpo.

No es necesario que incluyas una rutina de ejercicios corporales para iniciar un ejercicio de meditación, pero sí lo es que te sientas lo más cómodo posible.

Busca un lugar libre de distracciones.

Antes de comenzar, busca un lugar tranquilo para meditar, libre de elementos que te puedan distraer, es importante que dicho espacio esté ordenado para dejar fluir la energía ya que la meditación necesita tu atención plena.

Un ejercicio de meditación, es un ejercicio de concentración, si al estar meditando estás al tanto de todo lo que ocurre a tu alrededor no lograrás concentrarte.

Quizá el lugar en el que te encuentras no es el más apropiado para meditar, pero siempre es posible que te hagas de un sitio adecuado.

No necesitas alejarte de todo y de todos, a veces con dejar el celular en no molestar un par de minutos basta.

Si te es posible estar en un tranquilo jardín o en un sitio alejado del ajetreo del mundo excelente; sin embargo, si no es el caso con tener una silla cómoda, basta.

Utiliza sonidos relajantes

Puedes ambientar el área que destinaste para meditar con sonidos de naturaleza, como el río correr, el canto de los pájaros, el sonido de la lluvia, cualquier sonido que te ayude a relajarte.

Puedes hacer uso de bocinas inteligentes y Asistentes de voz (Alexa, Google o Siri) que pongan los sonidos adecuados para hacer meditaciones. También los puedes encontrar en YouTube.

Aromatizar el ambiente

También puedes aromatizar el ambiente con incienso o aceites aromáticos.

Teniendo ya la ropa y el ambiente listo, necesitas pensar en positivo, estar de acuerdo con lo que vas a ser, fijarte un objetivo en concreto y no tomarlo como un juego.

Seleccione un momento en tu rutina para meditar

Para meditar correctamente, debes encontrar un momento para meditar. Puedes meditar por la mañana antes del trabajo o antes de dormir. Sea cual sea el momento que elijas, asegúrate de que no tengas distracciones y de que puedas relajarte plenamente.

Cómo meditar desde cero en 7 pasos

Practicar la meditación te ayuda a encontrarte a ti mismo, a reducir el estrés y por supuesto a calmar la mente. Te brindamos los 7 pasos fundamentales para empezar a meditar.

1. Asume la posición correcta, ten la espalda recta

Para meditar es importante que no tenses demasiado la cuerda ni que la aflojes de más.

Considera que lo que haces es un ejercicio, así que procura mantenerte despierto mientras lo realizas.

También tienes que estar cómodo, así que puedes sentarte o acostarte, tener los ojos abiertos o cerrados, eso no importa. Sin embargo; la postura de tu espalda es fundamental, siempre debe estar recta sin que eso suponga presión para tus hombros o cuello.

2. Relájate y quita tensión del cuerpo

Cierra los ojos e internamente visualiza cada parte de cuerpo, desde la cabeza, el cuello, los hombros, los brazos, hasta llegar a los dedos de los pies, registra qué parte del cuerpo tiene tensión y esa parte en específico, relájala.

Inspecciona todo el cuerpo, cada parte, cada órgano y músculo, deja que la tensión poco a poco se aleje de ti, suelta toda la tensión que tenías acumulada.

Te recomiendo que vuelvas a canalizar tu mente en busca de alguna parte de tu cuerpo rígida, y libérala. Es fundamental que no surja de nuevo alguna rigidez.

3. Respira y concéntrate

La meditación es un ejercicio en el que hay que concentrarse, no se trata de soltarse y dar rienda a los pensamientos y preocupaciones del momento.

Pero, como todo ejercicio, requiere práctica, pues es muy común que mientras tratamos de guardar silencio acudan pensamientos y dudas durante la meditación.

Toma respiraciones profundas y lentas, exhalando lentamente para permitir que el oxígeno fluya por todo el cuerpo y relaje los músculos tensos.

Algunos sabios orientales señalan que para concentrar la atención conviene elegir algo para observar, puede ser una flor, una vela encendida, una bella imagen o la entrada y salida del aire al respirar, puedes cerrar los ojos y visualizar algo que te haga feliz y estar en paz.

Céntrate en ti. La elección de lo que observarás al meditar depende de ti.

4. Libera tu mente

Aprende a dejar pasar cualquier tipo de pensamiento, sin esforzarte en ello, tiene que fluir de manera natural, que tu mente descanse y no divague, olvídate de todo lo que te rodea. Regresa a aquello en lo que hemos decidido concentrarnos, ya sea un lugar que quisieras estar como un bosque, la playa.

Una vez que el cuerpo se encuentra relajado, es momento de serenar la mente para encontrar el silencio y soltarse de lastres innecesarios que nos impiden acceder a la infinita abundancia que nos rodea. 

A veces cuando iniciamos con un ejercicio de meditación ocurre que los pensamientos y preocupaciones por lo que ocurre día a día acuden a nosotros, este ruido impide la concentración y la experiencia del silencio que existe en el encuentro consigo mismo.

Cuando esto ocurre lo peor es comenzar a reprenderte por las distracciones, el uso de una frase o un decreto que te permita recuperar la concentración siempre es útil en esos momentos en los que la mente llega a distraerse para regresar al encuentro con la conciencia.

Al tener relajado el cuerpo y la mente serena es posible ingresar al terreno de la conciencia profunda, y en ese silencio se aprecia el encuentro con la infinita bondad del Universo que se da de manera inmediata. 

5. No te preocupes por el tiempo que dura tu concentración

Aunque meditar es un ejercicio, no dejes que te presione la idea de que debes durar concentrado una cantidad de tiempo en particular.

Piensa que los grandes sabios de la antigüedad no tenían relojes tan exactos que mi dieran el tiempo que duran meditando, eso no les apura.

Aunque mucho se dice de los 20 minutos que debe durar un ejercicio de meditación, es muy cierto que la moda de los 20 minutos se está aplicando a todo, sin que eso sea significativo o no.

6. No te presiones al concentrarte

Jamás te presiones si tu concentración en lo que observas dura menos de 20 minutos o más, el tiempo que dura la meditación depende de qué tan habituado estás en concentrarte.

La concentración es resultado de un hábito que hemos estado perdiendo por las prisas con las que vivimos, con la meditación poco a poco recuperamos ese hábito y es perfectamente válido iniciar con 1 minuto o menos.

Es importante mantenerse firme y continuar como para que el tiempo que se destina a la meditación profunda sea lo de menos y brinde muchas e infinitas satisfacciones.

7. Persevera

Debes usarla como parte de tu rutina diaria, establece un momento diario para meditar y trata de mantenerlo. La clave para desarrollar el hábito de meditar es hacerlo de manera constante.

Esta disciplina no es algo que se aprende de la noche a la mañana, toma tiempo y esfuerzo perseverar para hacerlo correctamente. Si eres perseverante y constante, eventualmente verás los resultados acumulativos de tu práctica de la meditación.

Incorpórate

Cuando te sientas listo de salir de la meditación, de manera paulatina regresa al mundo, visualiza el lugar donde llevaste a cabo la sesión. Si te mantuviste con los ojos cerrados, poco a poco ábrelos.

Se consiente del aquí y del ahora, de cómo te ayudó el meditar. Cuando estés listo de manera sutil, levántate.

Ahora poco a poco, cuando usted se sienta preparado, incorpórese al mundo. Sienta su cuerpo físico, la sangre circular por las venas, y apriete sus manos, pise con firmeza.

El regreso a la vida cotidiana

Una vez que terminas de meditar y el maravilloso encuentro con el infinito amor del universo se dio, es crucial regresar a la vida cotidiana con la plena consciencia de que hemos cambiado y ha sido para bien.

Para volver a la vida cotidiana, primero debes visualizar cómo es que tu meditación del día ha mejorado tu vida a raíz de tu encuentro con el amor que brota de tu interior, concéntrate en ese amor para que lo lleves contigo todo el tiempo y que la compasión sea parte de tu vida.

Después es importante regresar el cuerpo a su actividad habitual y a las actividades diarias sin olvidar el mensaje que se ha decretado durante la meditación. 

Recomendaciones para meditar

Hombre meditando 2

Haz que la meditación sea un buen hábito

Es recomendable realizar meditaciones de forma paulatina para mejorar en todos los aspectos de tu vida. En tu calendario, establece un día y una hora en específico para la meditación, vuelve las sesiones un buen hábito, tu mente y cuerpo te lo agradecerán.

Recuerda que lo recomendable es meditar por lo menos 21 días.

Crea una comunidad, relaciónate por medio de la meditación

No estás solo, hay muchas personas que meditan, búscalos, forma una comunidad, ya sea para meditar juntos, compartir experiencias, apoyarse juntos para seguir adelante en este maravilloso mundo de la meditación. Puedes invitar a familiares y amigos a que se unan. 

Pensamientos finales

Muchos problemas a los que se enfrenta la humanidad hoy se desprenden de los niveles de estrés a los que estamos sometidos, por eso no extraña cuánto se han disparado los índices de obesidad, accidentes cardiovasculares o cerebrovasculares, así como la disposición a tener poca tolerancia y dejarse llevar por la ira.

Hay muchas técnicas que prometen ayudar a reducir esos niveles de estrés, pero se trata de soluciones temporales; sin embargo, la meditación va ganando terreno en Occidente debido a que ésta es una práctica capaz de ayudar cuando se hace correctamente.

Ahora que ya sabes cómo meditar correctamente, te invito a que lo hagas con fe y que no te des por vencido si en los primeros intentos no consigues lo que buscas, recuerda que es un ejercicio. Existen diferentes tipos de meditación, como la mindfulness, espiritual o para lograr una paz interior, cada uno con su enfoque y beneficios únicos, deberás elegir bien la que dea adecuada para ti.

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